India en festivales
India es toda una experiencia, a cada paso, algo que le da más sabor a la experiencia es asistir a alguno de sus festivales. Aproveche que mi camino coincidía con el festival de camellos en Pushkar a mediados de Octubre. Además de sus majestuosos palacios, fuertes, templos y coloridas ciudades, Rajasthan se caracteriza por la cantidad de festividades. Son eventos de larga trascendencia que hoy se han convertido también en atracciones turísticas.
Nada más maravilloso que ver al pueblo reunido para un festejo y más en tierras colmadas de tanta tradición. Este festival de camellos comenzó como un encuentro rural de ganadería donde muchos campesinos se agrupaban a vender camellos, caballos y afines. Hoy es una gran celebración que reune a miles de espectadores cada año, muchos turistas y más de 20.000 camellos.
Casi todo el trayecto de esta parte del viaje la hice en tren, y es de las mejores experiencias. Si, a veces es lento y demora, puede no resultar lo más cómodo y a veces cuesta dormir por los vecinos, o porque el tren se mueve para todos lados, pero como digo no hay que contar las horas si no disfrutar del viaje. Encontrar el vagón y el asiento ya es una aventura, a veces hay charlas de vagón o simples miradas que cruzan las barreras idiomáticas o la curiosidad. Así en otro tramo de tren nocturno llegamos a la estación de Ajmer y nos trasladamos a PUSHKAR.
Festival de Camellos y luna llena.
Es el evento de camellos más conocido de Rajasthan que se realiza cada año los días de luna llena de Octubre según el calendario Hindú. Convirtiendo al pequeño y tranquilo Pushkar, pueblo que medita frente a su sagrado lago, en un gran y multitudinario festejo. Como también coincide con fechas religiosas es un llamado a purificarse en las sagradas aguas del lago especialmente el día de luna llena. Se cree según la leyenda que este fue el día que el dios Hindú Brahma surgió del lago de Pushkar convirtiéndolo en un rincón sagrado.
El festival se centra en el playón principal durante los 8 días que dura el festejo. Hay actividades desde el amanecer, como paseos en globo aerostático, carreras de camellos, competencia de fuerza tirando de una soga, partidos de criquet y juegos locales como Kabaddi, lo que para mis ojos es una especie de juego de la mancha y rugby donde cada equipo debe evitar que el otro cruce su barrera.
Hospitalidad de India
Como los indios son curiosos y hospitalarios, son felices de que los turistas participen de estas actividades, invitan a todos a ser parte, unirse a los equipos. Sí sí después vendrán las filas para fotos, selfies y agradecimientos. Como unos amigos mios, que después de participar de un partido de Kabaddi, sin menor experiencia su equipo ganó y terminaron saliendo en la tele local y llevándose un trofeo.
El festival se centra en los animales asi que no puede faltar un desfile de camellos decorados con todos sus detalles, desde la piel con dibujos creados por la altura del pelo, collares, flores y colores, galardonando al campeón de la competencia. Durante todos los días del festejo se puede pasear en camello o en carreta alrededor del playon.
También hay espectáculos de bailes tradicionales de las diferentes comunidades campesinas que se unen al evento. Competencias de turbantes, de bigotes y novios, donde la mayoría extranjeros desfilan en majestuosos trajes tradicionales de boda ovacionados por la multitud.
Durante las noches hay diferentes bandas de música y competencias de canto que musicalizan el festival.
Observando el festejo
Vivir el festejo implica también caminar sus calles, para solo admirar todo lo que pasa simultáneamente en el ir y venir de la gente. Desde los que visitan, los que venden, los que arman, los que siguen asistiendo por venta de ganado. Las mujeres con sus sarees coloridos adornados con diferentes accesorios y colores según tribu o zona a la que pertenecen. Los hombres campesinos de blanco con enormes turbantes y bigotes.
Por unos días me sentí que había viajado en el tiempo, si no fuese porque teléfonos celulares y selfies se cruzaban en el paisaje. Había retrocedido unos cientos de años. Los puestos estan sobre todo enfocados al mercado local rural ofreciendo productos para el ganado, ropa, productos de ferretería, domésticos y equipamiento para los campamentos.
Durante el paseo pueden ofrecerte dibujos de henna, colores, dulces, te chai, tatujaes, adornos, ropa, todo lo imaginable. Al final del camino se abre enorme campamento lleno de animales. Camellos que descansan a la espera de compradores, también caballos y otros animales pequeños como cabras, se puede caminar entre ellos, entre las carpas, hablar con los campesinos.
Días espirituales
Mientrás tanto también hay mucho movimiento sobre el lago, son días intensos para el espiritual y relajado pueblo. El mercado local se convierte en un mar de personas. Desde locales que van de compras, muchísimos turistas y peregrinos que se acercan a los templos a darse el baño sagrado en el agua.
Son días de tráfico intenso de peatones, el mercado ofrece telas, ropas y accesorios para todos los gustos. Es un lindo paseo, que requiere de paciencia, pero alejándose un poco del epicentro se hace más relajado el andar. Acercarse al lago es una grata experiencia, sentir su paz, como los edificios se reflejan en el agua, como las personas se bañan. Hay que tener cuidado de los que ofrecen rezos y flores, como en todos lados quieren llevarse su propina y a veces se enojan asi que mejor evitarlo a tiempo. Es lindo también admirarlo desde lo alto, casi todos los bares y restaurant sobre el mercado tienen terraza que permite vista al lago.
Poder vivir este tipo de festejos locales llenos de historia y cultura es maravilloso para irse impregnado de experiencias de India, como si por un rato hubiese viajado al pasado, vivir en otra época, como si una pizca de historia viniese a mostrar que todavia seigue viva, así es india de cautivadora. Ver con otros ojos estos eventos, tan multifacéticos llenos de actividades y color. Me gusta ver los paises con otro cristal, de una forma diferente, nada más gratificante que ver una tierra divirtiéndose y alabando sus tradiciones ancestrales.
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